Un proyecto innovador de Iberdrola España extiende la vida útil de las baterías de los autobuses eléctricos de EMT Madrid
- Este reciclaje de baterías dota de una segunda vida a estos equipos, que pueden ser reutilizados como baterías para el almacenamiento de energía en apoyo a la recarga eléctrica

Presentación del proyecto de reutilización de baterías eléctricas en su centro de operaciones de Fuencarral, Madrid
En colaboración con Iberdrola España e Irizar e-mobility, EMT está desarrollando un proyecto de reutilización de baterías eléctricas en su centro de operaciones de Fuencarral. Durante la mañana de este miércoles (17 de diciembre), Carlos Pascual López, responsable de soluciones de gestión energética de Iberdrola España, y Eduardo Montejo, delegado institucional de Iberdrola España en Madrid, han visitado la instalación acompañados de directivos de EMT.
En este emplazamiento se ha instalado un contenedor para el almacenamiento estático de energía eléctrica, en el que se integran baterías en segundo ciclo de vida. Estas baterías no son aptas para su uso como baterías de tracción, ya que el envejecimiento de los equipos ha provocado una reducción en su capacidad de almacenamiento, lo que limita, más allá de lo deseado, la autonomía de los vehículos.
Iberdrola España, como socio energético de este proyecto, que se enmarca en el programa PERTE VEC, ha trabajado conjuntamente con EMT la especificación técnica y la validación en campo del prototipo instalado para dar soporte a la infraestructura de alta potencia, con el objetivo final de reducir costes y mejorar su eficiencia mediante la optimización de la batería. Por su parte, Irizar e-mobility, como socio estratégico, ha diseñado y desarrollado técnicamente el contenedor de almacenamiento de energía de segunda vida de baterías con el objetivo principal de optimizar el consumo energético de los centros de operaciones y flexibilizar el uso de la gestión de la energía.
Las baterías son un componente esencial de los autobuses eléctricos, puesto que almacenan la energía eléctrica que necesita el motor para mover el vehículo y, por tanto, la autonomía de este depende, en gran medida, de la capacidad que dispone la batería en cada momento. Las baterías se someten a ciclos de recarga diarios, lo que va mermando poco a poco su capacidad de almacenamiento para su uso como batería de tracción. Esta conjunción de elementos obliga, en función del grado de degradación, a sustituirlas para garantizar niveles óptimos en la operación del autobús.
El fin de esa primera vida de las baterías y su posterior reutilización supone un reto para la Empresa Municipal de Transportes, que encara con este proyecto uno de los desafíos más relevantes de la movilidad eléctrica: la extensión de la vida útil de las baterías y su aprovechamiento una vez que estas ya no disponen de una capacidad de carga y descarga óptima.
EMT apuesta por el uso de baterías en segunda vida, como respaldo para la recarga de sus autobuses, con el objetivo de que estas puedan ser utilizadas, como elemento integrado en su sistema de smartcharging, para poder reducir los picos de potencia y de demanda en las horas habituales de carga de baterías, optimizando el proceso de recarga y reduciendo los costes asociados al mismo.
El proyecto, asimismo, además de ofrecer una solución práctica y económica a la carga de baterías, contribuye significativamente a la sostenibilidad ambiental y a la economía circular: extender la vida útil de las baterías supone reducir la necesidad de fabricar nuevas, disminuyendo así el uso de determinadas materias primas y obteniendo así la consiguiente reducción de su impacto ambiental y social. Todo ello favorece la consolidación de un transporte público más limpio, eficiente y responsable y abre la puerta a contribuir en el futuro a un sistema eléctrico más flexible y renovable.



