Parque eólico de Iberdrola España en Cantabria, El Escudo, será el primero del mundo en contar con la metodología BIM para reducir su impacto ambiental
- De la mano de la empresa cántabra INGECID se hará un modelo digital para anticipar cualquier desviación sobre lo proyectado durante la construcción
- Biocantaber amplía así su apuesta por la mejor tecnología disponible y eleva su exigencia medioambiental y patrimonial más allá del cumplimiento de la normativa
El Parque Eólico El Escudo será el primero del mundo en contar con la metodología BIM (Building Information Modeling) para su construcción, con el objetivo de llevar a cabo un control exhaustivo y garantizar que los criterios de protección del medioambiente y el patrimonio se cumplen en cada parte del proceso.
Se trata de una experiencia pionera, que ya ha dado sus primeros pasos en el mundo de la edificación y otras instalaciones de obra pública y civil, pero que debuta en el desarrollo de instalaciones eólicas en el Parque Eólico El Escudo. Y lo hará de la mano de la empresa de ingeniería cántabra INGECID, que surgió como spin off de la Universidad de Cantabria y ya la está implantando con éxito en otras instalaciones singulares en Europa y también en España, caso de la estación de metro Bank, en Londres, el desmantelamiento de la central nuclear de Garoña o la construcción de la que será la futura base logística del Ejército de Tierra.
La metodología BIM aporta un plus de calidad a cualquier proceso constructivo, aglutinando en un software específico toda la información de todos los especialistas que intervienen en el diseño y la ejecución de un proyecto. De esta manera, es capaz de realizar un modelado 3D fidedigno de lo que será, en este caso, el Parque Eólico del Escudo, anticipándose a posibles problemas o desajustes entre las diferentes capas con las que cuenta un proyecto tan complejo.
Pero además de anticipar un gemelo digital de lo que será una estructura física, mediante esta tecnología se procesa e interrelaciona un volumen de información ingente -decenas de miles de documentos-, de manera que los profesionales experimentan una mejora de la experiencia de trabajo en lo que tiene que ver con la gestión de la información.
Así, la utilización de la metodología BIM es una garantía para respaldar el paso a paso, de la idea proyectada a la ejecución efectiva, evitando errores, ahorrando costes y tiempo y facilitando, en definitiva, que todo el proceso de construcción se desarrolle sin incidentes y cumpliendo rigurosamente con las medidas establecidas para minimizar su impacto.
La adopción de esta metodología es una apuesta más de Biocantaber para dotar al Parque Eólico de El Escudo de la tecnología más innovadora, como ya hizo en la elección del modelo de aerogeneradores, modernos y de gran potencia, que permitirán producir más energía instalando menos máquinas y reduciendo la ocupación de suelo.
Desarrollo sostenible
Estas no son las únicas medidas contempladas por Biocantaber para que el proyecto de Parque Eólico del Escudo sea un ejemplo de desarrollo sostenible. La instalación ha sido diseñada para producir anualmente 453.600 MWh, con los que se podrá abastecer a unos 49.000 hogares, al tiempo que se evita la emisión de 113.400 t/año de CO2, una cifra equivalente a la acción de la fotosíntesis de aproximadamente de 5,5 millones de árboles.
Y, además, para ocasionar el menor impacto posible, en el diseño se ha ido más allá del cumplimiento exquisito de la normativa, seleccionando las alternativas para el trazado de viales internos que suponen el menor movimiento de tierras, aprovechando la propia orografía y viales ya existentes y seleccionando las mejores localizaciones posible para cada uno de los elementos.
Está previsto que este proyecto tenga un impacto económico de aproximadamente un millón de euros al año en concepto de medidas sociales, impuestos y cánones en los municipios donde se asienta: Campoo de Yuso, San Miguel de Aguayo, Molledo y Luena. El pasado mes de agosto la empresa ya firmó un acuerdo con el consistorio de Molledo en el que se recoge una batería de iniciativas en este sentido, encaminadas a mejorar la calidad de vida de los vecinos y fomentar el desarrollo del municipio.
Así, habrá bonificaciones en el consumo de energía de hasta el 60%, se destinarán recursos económicos para la rehabilitación del centro cultural de Molledo, con un presupuesto aproximado de 45.000 euros, y se destinarán anualmente 60.000 euros para el mantenimiento de infraestructuras municipales y actividades sociales, ya sea de apoyo al sector ganadero, las personas mayores, con discapacidad y los niños censados en el municipio.
Igualmente, el acuerdo incluye actividades de formación para el empleo relacionadas con las obras y el mantenimiento del parque eólico, y otras que favorezcan la digitalización y el desarrollo tecnológico de la zona, la mejora de la competitividad turística y la comercialización de productos locales, así como la recuperación del patrimonio cultural.
Por otro lado, se pondrá en marcha un programa de compensación de impactos sobre el paisaje, que comprenderá acciones de adecuación de senderos y miradores, interpretación y valorización del paisaje, recuperación de elementos naturales y otras medidas para la integración paisajística y ambiental de la actividad humana.
El Parque Eólico de Cañoneras, el ejemplo que seguir
Iberdrola España y el grupo cántabro Ocyener, socios en El Escudo, llevan años explotando el único parque eólico en funcionamiento de Cantabria, el de Cañoneras. Desde su puesta en marcha, han abonado al Ayuntamiento de Soba y las Juntas Vecinales implicadas más de 4 millones de euros solo en alquileres y licencias municipales. Este parque eólico goza de la aceptación mayoritaria de los residentes en Soba y se ha puesto como ejemplo de integración de la energía eólica en el medio rural en diversos encuentros del sector eólico en España.